octubre 15, 2005

Sugerencias


" Porque ya he aprendido que mis estados de preestallido no siempre conducen al estallido. A veces terminan en una lúcida humillación, en una aceptación irremediable de las circunstancias y sus diversas y agraviantes presiones. Me gusta sin embargo, convencerme de que no debo permitirme estallidos, de que debo frenarlos radicalmente so pena de perder el equilibrio. Salgo entonces como salí hoy, en una encarnizada búsqueda del aire libre, del horizonte, de quien sabe cuantas cosas más. Bueno, a veces no llego al horizonte y me conformo con acomodarme en la ventana de un café y registrar el pasaje de algunas buenas piernas. "

La Tregua. M. Benedetti